Por Ángel García Prieto
Con motivo del centenario de Friedrich Dürrenmatt (Konolfingen, Berna, 1921 – Neuchâtel, 1990), la editorial Tusquets ha relanzado dos de sus novelas más significativas El juez y su verdugo y La sospecha que protagoniza el comisario Berlach, un simpático suizo, empedernido bernés. En La sospecha lo vemos enfermo, ingresado en un hospital, físicamente indefenso pero moralmente lleno de vigor; apasionado y con todos los prejuicios profesionales de un buen policía, “obstinado paladín contemporáneo de antiguos valores”, como nos lo presentan las solapas de las novelas que protagoniza. Berlach no puede evitar la arriesgada investigación despertada por una fotografía de la revista life. En ella, desde su cama del hospital, sospecha ver al tristemente célebre doctor Nehle, un sanguinario colaborador de los nazis en varios campos de exterminio, durante la pasada Guerra mundial…
Friedrich Dürrenmatt es un pintor, guionista, cineasta y escritor conocido en España sobre todo por sus novelas, aunque que tiene también traducidos a nuestro idioma varias obras teatrales y algún ensayo. Estudió Literatura y Filosofía, y comienza a ser conocido internacionalmente, a partir de 1947, tras el estreno de su primera obra dramática. En éste género teatral destacan La visita de la vieja dama y Los físicos, publicadas también por Tusquets. Sus novelas son numerosas y de ellas, La sospecha, publicada en alemán en 1953, corresponde a un primer periodo estilístico que se caracteriza por el realismo, los retratos de personajes alineados en conductas claras y circunscritas y los temas de suspense policíaco que desarrollan la postura existencial ante cuestiones como la verdad, la justicia o la dicotomía entre el bien y el mal. No obstante, en alguno de los personajes y de las situaciones Dürrenmatt deja ya entrever ciertos rasgos de esperpento y delirio, característicos de las novelas de su último periodo.
La sugestiva trama de intriga de La sospecha, que va adquiriendo progresivamente una mayor tensión y que tiene toda la solera de una buena película de suspense en blanco y negro, es un estupendo vehículo, en las manos de Dürrenmatt, para presentarnos a unos personajes descaradamente escépticos que, bajo su nihilista concepción de la vida, son capaces de conductas monstruosas. “¿En qué cree usted, comisario?”, es la pregunta clave del doctor criminal al casi moribundo policía. Pero en la Suiza grisácea y tibia de la posguerra, de entre las frías perspectivas capitalistas que dirimen aquel mundo social surge un pequeño puñado de personajes, llenos de valor y de positivas razones, que van a enfrentar su escasa fuerza con la potente presencia del mal…
“Combatir la inhumanidad en todas sus formas y bajo cualquier circunstancia” es el encargo que Dürrenmatt ha hecho al comisario Berlach, y esta sugestiva novela policíaca es el escenario adecuado en que se desarrolla esa lucha, que como el relato no ha perdido vigencia.