Julio Colinas, antiguo comisario de policía de Nalón, convertido en un detective privado que reside en Madrid, asiste a una conferencia en los salones de la Federación de Empresarios Madrileños sobre las recientes medidas económicas adoptadas por el gobierno. Mientras el presidente de la Federación va desarrollando su discurso sobre el alcance y el significado de esas medidas, es asesinado de un disparo al corazón.
A partir de ese momento, y con la ayuda de un cuadernillo de poesía que recibe al día siguiente en el buzón de correos, y que lleva por título “Los señores de Wall Street no comen pescado crudo”, Julio Colinas se dedicará a investigar una sutil trama, aderezada con toques humorísticos, donde se darán cita las ideologías, el negocio de las drogas, las estrategias sindicales o las influencias de la Red, entre otras cuestiones de actualidad.
El desenlace nos mostrará un abigarrado calidoscopio humano, en el que se irán proyectando las distintas tensiones que vertebran la sociedad.