Por Andrés Monteserín
XXIII Jornadas Literarias en Pravia
Mi nombre es Andrés Monteserín. Soy estudiante de teatro, en el segundo año de la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias, en la Laboral de Gijón. Antes de ello estudié publicidad, marketing y relaciones públicas. Y antes de hablaros como actor, os voy a hablar desde mi postura como publicista.
El futuro: Actualmente está en las inteligencias artificiales. Están revolucionando el mercado. Y prácticamente todas las industrias. Entre ellas, algunas que no esperábamos. Por ejemplo, el cine y el doblaje. Muy relacionadas con el teatro. Pues al final todos somos actores. Hollywood está en huelgas desde hace un montón de tiempo, protestas porque la inteligencia artificial va a acabar con guionistas, actores, trabajadores de efectos visuales, etcétera, etcétera. En la industria del doblaje está temblando porque ya existe una aplicación que con la voz de un famoso; la misma voz de Leonardo DiCaprio, por ejemplo, lo traduce al español con unas inflexiones que a muchos actores nos costarían años de trabajo perfeccionar. Mientras tanto, el teatro ni se inmuta. Los musicales de Madrid siguen funcionando. O El teatro Costumbrista no se ha parado ni a pensar por un momento en la inteligencia artificial y no lo necesita.
Como digo, el teatro ni se inmuta por la inteligencia artificial. Porque lo que nos diferencia del cine y del doblaje es que estamos ahí en carne y hueso, ante los ojos del espectador, realizando un espectáculo en vivo y en directo. Y eso, ninguna inteligencia artificial lo va a poder sustituir.
Volviendo atrás. ¿Qué me llevó a mí a estudiar arte dramático? Pues desde niño en la escuela nos llevaron a obras educativas, a obras de divulgación y vi adaptaciones del Quijote, entremeses de Cervantes vi obras del Siglo de Oro. Incluso nos hicieron representar alguna pequeña obra en el colegio. Me parece muy importante recalcar la importancia del teatro educativo. Al que ya volveré también más adelante.
Empecé con 16 años en teatro Pausa. Javier Villanueva decía que la pausa es muy importante en el teatro. Era una compañía amateur en la que terminé de enamorarme de este arte. Nunca pasamos ni fame ni sede. Pero como mucha gente me decía y pensaba yo también, que no tenía ningún futuro. Y por eso quedaba relegado a una afición, a un hobby. Así que estudié una carrera con salidas: Publicidad, marketing y relaciones públicas con un máster MBA en negocios internacionales. Trabajé de lo mío. Y no encontré demasiadas salidas. Así que hice una pequeña apuesta arriesgada por el teatro, por la pasión. El arte se trata de pasiones. De mensaje y de pasiones. Es un trabajo vocacional y quien viene a vernos es también por vocación.
Por deformación profesional me pregunto. ¿Cómo podemos atraer más gente al teatro? ¿Cómo podemos llegar al gran público? Y al mismo tiempo transmitir nuestro mensaje que como artistas queremos contar. Javier Villanueva lo hizo muy bien. Tenía sus toques de teatro costumbrista con su escena en la taberna y momentos de comedia que te hacían de relajación y te daban un momento de confort. Y al mismo tiempo, siempre tenía un mensaje rompedor y transformador. Gracias a eso consiguió la fidelidad del pueblo de Lieres y actualmente, que un pequeño teatrín tenga su nombre.
Como dije antes, el teatro Costumbrista no va a tener ningún problema. Con las inteligencias artificiales, ni con la decadencia del teatro de la que hablan algunos. Porque tiene un público fiel. Un público que lo que busca es la calidad de un hogar en el que reírse junto a otra gente. Viendo algo que les reconforte, que les haga pasar un buen rato en grupo.
Se considera teatro costumbrista la modalidad teatral basada en los ambientes locales, de frase ingeniosa, que evoca los tipos, el ambiente y el habla de la región; en definitiva, que ofrece una visión bondadosa y optimista y una sana alegría que invade toda la escena.
Y como me decía mi amigo y compañerío en Pausa, Pablo Martínez Sancho. Que está trabajando con José Ramón Oliva. En el Grupo Carbayín. Él siente que cuando mejor ha salido la obra es cuando más se ha reído el público. Por cierto, tuvieron un exitazo el sábado pasado en Laviana.
También, para atraer público, considero muy importante el teatro educativo, como comentaba antes. Por ejemplo, le pregunté a otro amigo, profesor de primaria, Alberto. Por cómo veía el futuro del teatro, Alberto apenas pisa el teatro. Y me habló de una astrofísica que está en Pola de Allande haciendo talleres de teatro educativo de divulgación. Un trabajo desde las aulas. Me habló también de Isabel Tejerina y su Grupo, Unos cuantos y como trataba la educación intercultural. Me habló también del espectáculo Nana que lleva ya varios años por Asturias y que es de lo poco de teatro que ha ido a ver. Y que le encantó. Espectáculos de teatro Inmersivo. Y me comentó que él como espectador muy ocasional lo que esperaba, ya que tenemos un entorno tan privilegiado en Asturias, es que en el futuro del teatro se aproveche ese entorno. Creo que en la ruta de las Xanas están haciendo también algún tipo de espectáculo inmersivo. Es nuestro entorno, un lujo que podemos aprovechar como valor diferenciador.
Para no pisar un teatro, Alberto me dio bastantes ideas sobre de qué hablar. Y yo le recomendé para él y sus alumnos que fuesen a ver Calor, Calor. Una obra de divulgación sobre Lorca enfocada a los niños con un poco de toques inmersivos. Si no me equivoco, de Guayomini producciones. Le recomendé también esta vez ya no para niños, pero sí de divulgación, que fuese a ver cada Byron la tejedora de números (de la Westia producciones). Una obra que nos reivindica la figura de una mujer olvidada por la historia, una matemática. Y nos explica sus teoremas de una manera fácilmente comprensible para cualquier persona que no entienda las matemáticas.
Una amiga que tampoco pisa el teatro, me comentó, que su razón es porque, aquí en Asturias, apenas llega teatro musical. Lo dejo caer.
Pregunté sobre este tema también a compañeros de clase. Dos de ellos que están en activo, me comentaron lo mismo. La escena asturiana sería un referente en España. Si tuviéramos un poco más de presupuesto. Uno de ellos me comentó. Cómo sentía que muchas veces prestamos más atención a las obras que venían de fuera que a las obras que se habían preparado aquí en Asturias. Y cómo aún así, con la falta de presupuesto, y, al menos la percepción de poca atención del público, conseguíamos hacer obras maravillosas.
Otro punto que mis compañeros me dijeron que no dejase sin tocar, es la gran cantidad de fuga de talentos que se marchan a Madrid o a otras comunidades o al extranjero a buscar trabajo una vez terminan su formación en Asturias. Pues sienten que no van a encontrar salida. Un buen amigo, también compañero en Teatro Pausa, Nico Silva, egresado de la Esad, que ya terminó sus estudios hace un par de años, ha conseguido salida. En talleres de risoterapia, en teatro ocupacional, ayudando a gente mayor y a gente con problemas psicomotrices y alcohólicos. En la misma Escuela damos la asignatura de este tipo de teatro más enfocado en la salud y a través del proyecto confluencias han trabajado con gente con Alzheimer, con gente con cáncer etc. El teatro es algo terapéutico. Otros antiguos alumnos de la escuela han probado suerte en Madrid. Y algunos se han ido más lejos. Muchos de los que están estudiando quieren tener su propia compañía profesional en un futuro.
Actualmente y corregirme si me equivoco, hay 62 compañías profesionales en activo en Asturias. Repito, solo en el ámbito profesional son 62 compañías. Para 78 concejos. Me parecen unas cuantas. Aún teniendo en cuenta que algunas están inactivas y muchas de ellas son de un solo integrante. No debe ser fácil para la administración elegir a cual dar la subvención. Si además tenemos en cuenta la escena amateur, no podemos decir que hay poco teatro en Asturias.
Llevo hablado un rato y apenas he rozado la superficie del tema, el teatro tiene mil vertientes, variedades y aplicaciones, salidas de todo tipo y no va a dejar de evolucionar. Tiene un carácter transformador, reconfortante y terapéutico. Si me pusiera a tocar cada género teatral podríamos estar aquí todo el día.
Desde mi perspectiva los puntos clave del futuro de la escena teatral serian esos, empezando por su labor educativa social y terapéutica, seguido de su valor transformador y finalmente pues para el gran público al final es lo más importante, la capacidad de acoger a tanta gente y hacerles pasar un buen rato.
Todos los temas que he tocado se podrían desarrollar mucho mas y me he dejado muchos por mencionar, no he hablado de la gran escena amateur que tenemos en la comunidad, no he hablado de la cantidad de gente y dinero que mueve la opera en Oviedo, ni he hablado de muchos de los géneros y estilos que aun nos faltan por explotar, pero con lo poco que he mencionado creo que queda claro el punto.
Con todo esto a lo que quiero llegar es que teatro hay, y tiene futuro. Siempre ha estado ahí y siempre lo ha tenido. Desde antes de Grecia. Hasta ahora. No se me ocurre una etapa del tiempo en la que no haya habido teatro de algún tipo. Y estoy seguro de que lo seguirá habiendo. Hay miles, millones, quizá infinitas de formas de teatro. Y siempre está evolucionando. Y, como dije al principio, ninguna inteligencia artificial podrá sustituir el trabajo de un actor en carne y hueso.