Alejandro Amenábar firma un fresco ambientado en el antiguo Egipto para hablarnos de nuestra época en clave alegórica, utilizando una historia de amor novelesca como soporte dramático encadenador: Davo (Max Minghella), un esclavo del siglo IV, se ve atrapado entre la adopción de la fe cristiana en auge, que podría proporcionarle la libertad, y el amor hacia su bella dueña, la filósofa atea Hipatia de Alejandría (Rachel Weisz). Los que fueran asuntos candentes hace siglos no dejan de serlo a fecha de hoy, según se desprende de la temática de Ágora, entretejida sobre una red de oposiciones entre ciencia y sinrazón, intelecto y sentimiento, conocimiento e intolerancia, escepticismo y religión, amor y odio, etcétera.
La primera incursión amenabariana en el cine de gran presupuesto denota un aprovechamiento coherente de los 73 millones de dólares invertidos, hasta ahora el coste más grande de una producción europea. Los efectos especiales digitales, siempre al servicio de la historia, dejan en evidencia a no pocas películas hollywoodienses el doble de caras.
Al recital digital de esta obra se suma la puesta en escena, tan esmerada como pertinente, de Amenábar, quien, cuando no serpentea por las calles de la tentacular Alejandría, la sobrevuela cenitalmente con objeto de subrayar el alcance universal e intemporal de los acontecimientos en juego (otras veces, el realizador filma a los seres humanos desde arriba, tal que hormigas, significativamente gregarizados).
Más que un peplum kolossal puesto al día, Ágora cuenta ante todo –sin eludir la crudeza, nunca morbosa— la historia de una ciudad devastada en su época por las creencias divergentes en que se (de)batían sus habitantes: paganos contra cristianos, cristianos contra judíos, religisos contra científicos…
Uno de los pocos reparos achacables a este filme de formulación impecable es que quizá resulte más teórico y cerebral de la cuenta, circunstancia ésta que le resta relieve lírico y octanaje visceral, impidiéndole brillar a una mayor altura todavía.
ÁGORA. España, 2009. Dirección: Alejandro Amenábar. Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil. Fotografía: Xavi Giménez. Música: Dario Marianelli. Montaje: Nacho Ruiz Capillas. Intérpretes: Rachel Weisz (Hipatia), Max Minghella (Davo), Oscar Isaac (Orestes), Ashaf Barhom (Amonio), Michael Lonsdale (Teón), Rupert Evans (Sinesio), Homayoun Ershadi (Aspasio), Omar Mostafa (Isidoro), Oshri Cohen (Medoro), Sammy Samir (Cirilo), Richard Durden (Olimpio), Yousef Sweid (Pedro)… Duración: 127 minutos.