El escritor (The Ghost Writer) está basado en la novela de 2007, El poder en la sombra, del autor británico Robert Harris. Su historia es la de The Ghost (Ewan McGregor), el “negro” encargado de terminar de escribir las memorias del ex Primer Ministro británico Adam Lang (Pierce Brosnan). Desde su inicio mismo el trabajo parece peligroso: una sombra planea sobre la muerte accidental del “negro” anterior y, además, el sustituto encuentra una información inquietante que quizá tal vez pueda probar la vinculación del mandatario con crímenes de guerra encubiertos por la lucha antiterrorista…
El guión y la realización arrojan un filme de género ejemplar, un thriller político de primera clase donde el cineasta polaco sabe beneficiarse con inteligencia suma de la remarcable conjunción de talentos por él orquestada. Entre ellos, Ewan McGregor, vulnerable y febril, compone con madurez un personaje que corría el riego de terminar pareciendo demasiado teórico (muy buena idea, por cierto, la de hacernos penetrar en el mundo del Poder de la mano de un ingenuo que tampoco es un idealista); Olivia Williams, como Ruth Lang, resplandece desde un papel fascinante y ambiguo de mujer fuerte y frágil, dañina y herida; mientras que Pierce Brosnan aprovecha a la perfección el sentido de la autoparodia que cultiva desde hace varios años, incorporando a un ser tan mediocre como seductor.
Aunque la clave del enigma no deja de ser un McGuffin, la obra resultante es una maravilla de elegancia, agudeza, precisión y equilibrio, con diálogos hechos a cincel, suspense constante, toques humorísticos sabiamente destilados que evitan que el filme se tome demasiado en serio a sí mismo, y un guión de evoluciones imprevisibles a la vez diáfano, en el que los giros narrativos nunca parecen forzados. Todas las pistas de la intriga convergen felizmente dentro de una trama compleja sin que el espectador se pierda ni se sienta tratado como un idiota. ¡Qué diferencia entre este Polanski y el Scorsese de Shutter Island!