Harry Potter y el misterio del príncipe. Por Tanja Pérez Hunte (24/07/2009).

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No es mala noticia que la franquicia Harry Potter asuma definitivamente su lado más tenebroso. Envuelto en un ambiente visual que mira de reojo a la tercera entrega firmada por Alfonso Cuarón (El prisionero de Azkabán, la mejor hasta la fecha), Harry Potter y el misterio del príncipe (Harry Potter and the Half-Blood Prince, 2009) impone una sucesión de imágenes de una belleza plástica que estimula la imaginación gracias a una realización con clase, de David Yates, y a una fotografía extraordinaria, casi burtoniana, debida a Bruno Delbonnel, fotógrafo habitual de Jean-Pierre Jeunet (Amélie).

Más inspirado en el drama que en la fantasía, Yates expide un filme muy respetuoso con la novela, más violento y más negro que los títulos precedentes de la serie, incluso cuando se permite algunas notas de humor refrescantes, relacionadas sobre todo con los embrollos sentimentales que afectan a los alumnos adolescentes del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, casi con toda seguridad los últimos rescoldos de teen movie de la franquicia antes de la traca bélica final –escenas cómicas algo por debajo de la dinámica entre jóvenes alcanzada a través de ellas por Mike Newell en El cáliz de fuego—.

Si en La Orden del Fénix Harry Potter (Daniel Radcliffe) veía cómo se ampliaba su percepción del mundo, sobrepasando las cuestiones familiares y de la vida escolar para tomar conciencia de su universo político e implicarse en la guerra que enfrenta a los discípulos de Dumbledore (Michael Gambon) con el ejército de Lord Voldemort (Ralph Fiennes), la cualidad que debe reconocérsele inmediatamente a El misterio del príncipe es ir más lejos en la exploración del contenido trágico de la saga sin demasiadas intenciones edulcorantes. Apoyada por la partitura elegante de Nicholas Hooper, esta sexta entrega harrypotteriana acaba con una media hora última intensa y transida de algunas visiones poéticas, pero también impregnada de un pesimismo raro para un blockbuster industrial.

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