Por José Havel.
Nada es para siempre: El curioso caso de Benjamin Button.
Fue Mark Twain quien tuvo la idea:«La vida sería mucho más feliz si naciésemos a los ochenta años y nos acercáramos paulatinamente a los dieciocho». De ahí F. Scott Fitzgerald ideó el relato “The curious case of Benjamin Button”, publicado originariamente en la revista Collier’s allá por 1921, a partir del que luego David Fincher escribió junto a Eric Roth –el guionista de Forrest Gump— un filme de idéntico título.
Melodrama retro contado en flash-backs desde nuestros días y plagado, como la vida misma, de paradojas, El curioso caso de Benjamín Button descansa sobre el paso inexorable del tiempo y la fugacidad de la vida, meditando acerca de la muerte, la vejez, la infancia, el amor… «Nada es para siempre» afirman, lúcidos, los personajes principales en alguna que otra ocasión. El caso curioso de su protagonista es que éste es un hombre que atraviesa el siglo XX en sentido biológico inverso: Benjamín Button (Brad Pitt) nace el día en que acaba la I Guerra Mundial, con las arrugas y los achaques de un hombre anciano a un paso de la muerte y fallece a principios del siglo XXI, mentalmente senil, tras haber rejuvenecido a lo largo de su existencia, con la apariencia física de un bebé.
Se trata del filme más extraño de David Fincher, quien parece haberse jean-pierre-jeunetizado, según de fabuloso se muestra en su tono y andiamaje, divertido y melancólico a partes iguales, hermoso y fascinante como luce, con unos efectos especiales tan maravillosos como los hechos que relata (los procesos de envejecimiento de Brad Pitt y Cate Blanchett, ambos soberbios, son impresionantes), nunca al margen de las necesidades de la narración.
Sin duda alguna, El curioso caso de Benjamin Button, la más nominada a los Oscar de este año con opciones a trece estatuillas, nos hace partícipar del vértigo de las películas importantes, aunque carece del aliento sublime, definitivo, de las obras maestras, tal como atestiguan determinados pasajes emotivos –siempre de belleza innegable— en los que se echa en falta un mayor grado de pasión. Ojalá que el tiempo ponga en entredicho esta última apreciación, porque el largometraje de Fincher es en verdad hermosísimo.
Slumdog Millionaire: Esplendor y miseria hindú.
El otro día leí que una asociación benéfica del barrio de chabolas de Dharavi,donde se rodó Slumdog Millionaire, estima que su realizador Danny Boyle atenta contra la dignidad de los pobres. El filme británico, todo un triunfo en Occidente en plena eclosión del fenómeno hindú, galardonado con cuatro globos de oro y uno de los grandes favoritos de cara a los próximos Oscar con 10 nominaciones (entre ellas a mejor película y mejor director), está siendo acusado de difamación por una asociación india que le da por hacer el indio sintiéndose deshonrada por la imagen “manipulada” del largometraje.
Un representante de dicha agrupación ha interpuesto una demanda contra el actor Anil Kapoor, que en la película interpreta al presentador del concurso televisivo ¿Quiere ser millonario?, y el compositor de la banda sonora original (magnífica), A.R. Rahman, porque, dice, el filme vulnera los derechos humanos y la dignidad de los pobres. ¿Poner sobre el tapete problemas como la pobreza extrema, la violencia social, la intolerancia religiosa, la explotación infantil, la desprotección administrativa de los menores o la brutalidad policial es violar los derechos humanos?
En fin. Algo parecido sucedió en su día con la también espléndida película de Luis Buñuel Los olvidados (1950). Siempre habrá, por desgracia, quienes quieran confundir churras con merinas con tal de llevar a cabo ejercicios altisonantes de autoafirmación basados en un sentido retorcido de la ofensa.
Con Slumdog Millionaire Danny Boyle, convertido desde su primeriza Tumba abierta (1994) en uno de esos cineastas que hay que seguir de cerca, da fe de que su filmografía sigue siendo una búsqueda reinventora de nuevas experiencias. Su nueva obra, un tanto bizarre –como de costumbre—, lo mismo que conmovedora, trágica y melodramáticamente novelesca (está inspirada libremente en el bestseller de Vikias Swarup Q and A), destaca por una fluidez narrativa que nunca la abandona, pese a lo entrecortado de la propuesta, un entrecortamiento expositivo que a su vez potencia el suspense que igualmente preside la historia.
Acompasado al ritmo de flash-back continuos, el relato nos conduce sin tregua, a veces cortándonos el aliento y conmocionándonos, por los esplendores y las miserias de la India actual, siempre de la mano de Jamal Malik (Dev Patel), un apicarado chaval huérfano, no sabemos muy bien si con el destino marcado, pero convertido de súbito en estrella mediática del programa ¿Quiere ser millonario?, toda una oportunidad para huir de una vida y empezar otra nueva. ¿Cómo es que un rapaz analfabeto y pobre de solemnidad puede saber todas las respuestas?, nos preguntamos todos, incluso la policía que lo tortura creyendo vislumbrar indicios de fraude. Merece la pena, créanme, averiguar el porqué viendo esta película estupenda de Danny Boyle, probablemente su mejor obra hasta la fecha.
EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON(The Curious Case of Benjamin Button). EE UU, 2008. Dirección: David Fincher. Guión: Eric Roth, según un argumento de Eric Roth y Robin Swicord a partir de un relato de F. Scott Fitzgerald. Fotografía: Claudio Miranda. Música: Alexandre Desplat. Montaje: Angus Wall y Kirk Baxter. Intérpretes: Brad Pitt (Benjamin Button), Cate Blanchett (Daisy), Taraji P. Henson (Queenie), Julia Ormond (Ca
roline), Jason Flemyng (Thomas Button), Elias Koteas (Sr. Gateau), Tilda Swinton (Elizabeth Abbott), Jared Harris (capitán Mike)… Duración: 160 minutos.
roline), Jason Flemyng (Thomas Button), Elias Koteas (Sr. Gateau), Tilda Swinton (Elizabeth Abbott), Jared Harris (capitán Mike)… Duración: 160 minutos.
SLUMDOG MILLIONAIRE.Reino Unido, 2008. Dirección: Danny Boyle. Guión: Simon Beaufoy, a partir de la novela Q & A, de Vikas Swarup. Fotografía: Anthony Dod Mantle. Música: A.R. Rahman. Montaje: Chris Dickens. Intérpretes: Dev Patel (Jamal Malik), Freida Pinto (Latika), Madhur Mittal (Salim), Anil Kapoor (Prem Kumar), Irrfan Khan (Inspector de policía)… Duración: 120 min.