Leyenda vs. Realidad
El Hombre de las Sombras (The Tall Man)
Por José Havel
Durante tres años su popularidad ha sido tal, que algunos dieron como auténtica la historia del Hombre Delgado (The Slender Man) u Hombre Alto (The Tall Man). El inquietante asunto había comenzado a raíz de una fotografía recuperada entre los escombros del incendio de una de las bibliotecas de Stirling, California, en 1986. En tal instantánea, tomada el 1 de junio de dicho año por Mary Thomas, puede verse a un grupo de niños jugando en un parque. Junto a ellos, al fondo, bajo la sombra de un árbol, se aprecia una figura extraña, muy flaca y alta, toda de negro, con extremidades filiformes.
Ese mismo día, todos aquellos críos (catorce) desaparecieron sin dejar rastro ninguno; dos semanas después, también la fotógrafa. Sólo se halló el cuerpo de uno de los chiquillos, al cabo de cinco meses, en un pantano cercano. Su cadáver presentaba un relativo buen estado de conservación: había permanecido vivo al menos cuatro meses desde que desapareciera. Tétrico, si nos paramos a pensar un poco. Pero… ¿qué fue del resto de los pequeños? ¿Se los llevó el Hombre Delgado? La historia de tan raro ser no paró ahí. Se hallaron más fotografías; se descubrieron testimonios gráficos antiguos, incluso.
Afortunadamente, todo resultó ser una leyenda urbana propalada por Internet. Ahora conocemos hasta la fecha exacta de su origen. El mito viral del Hombre Delgado empezó el 8 de junio de 2009 con el concurso de fotografías paranormales del foro Something Awful. La premisa era transformar, mediante manipulación digital, imágenes de la realidad ordinaria en escalofriantes documentos sobrenaturales que pareciesen verdaderos.
Convertido en un fenómeno sociológico, el bulo del Hombre Delgado u Hombre Alto ha inspirado relatos, falsos documentales (Marble Hornets), videojuegos y, cómo no, un largometraje de ficción: la coproducción franco-canadiense El hombre de las sombras (The Tall Man), protagonizada por Jessica Biel a las órdenes de Pascal Laugier, realizador de la alucinada El internado (Saint Ange) (2004) y de la espeluznante Martyrs (2008), vista en el último FICXixón. El cineasta francés firma un filme de terror atípico en virtud de su temperamento racional, una versión libérrima de la leyenda como nivelación lógica de la misma. No sin sorprendernos con alguna pirueta narrativa, de esas que descolocan por completo dejándonos perplejos, Laugier juega a saber lo que de verdad pudiera haber sucedido; porque nada de fabuloso tienen las dolorosas desapariciones de niños que, a millares y para siempre, se producen en el mundo real.