Entrevista a José Ángel Ordiz Llaneza

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En la AEA estamos de enhorabuena, estrenamos nuevo formato en esta web. Llevamos muchos años en la red y ya era hora de modificar el mecanismo interno, aunque la apariencia y la estructura siguen muy similares. Esperamos que sea del agrado de todos los socios y lectores.

Comenzamos esta nueva etapa con una serie de entrevistas a nuestros socios para que sean más conocidos por propios y extraños.

José Ángel Ordiz Llaneza

José Ángel Ordiz Llaneza (Sotrondio, Asturias, 1955) es licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Oviedo. Funcionario de carrera, fue profesor de Física y Química en varios institutos de Educación Secundaria. Inició su labor literaria con la novela corta Bosquejo de una sombra (Premio Diputación de Asturias 1980). Sus relatos breves figuran en diversas revistas y antologías. La mayor parte de estas narraciones están reunidas en los libros Relatos impíos (XI Premio de la Crítica de Asturias), El fin y otros relatos de supervivencia, Club Lola y otros espectáculos, Extravíos y Violencias. Ha publicado las novelas Las muertes de un soñador (Premio Cáceres 1994, ediciones ampliadas y corregidas en 2010 y 2014), Buenas noches, Laura (Premio Onuba 2006), Mujer te doy (Tercer Premio Casa Eolo-Fundación Bolskan), El narrador de historias fantásticas, Las luces del puerto (XII Premio de la Crítica de Asturias y Premio Taza de Oro del Club de Lectura Café Candás, edición ampliada y corregida en 2016), En aquel tiempo (finalista en el XXVII Premio Asturias-Fundación Dolores Medio), Sal dulce (seleccionada como una de las diez obras finalistas en el LIX Premio Planeta, edición modificada en 2018), Circo (VI Premio Ángel Miguel Pozanco), La vocalista ausente y Lo sucedido.

ENTREVISTA

1.- Eres un escritor que en tu vida literaria has recibido varios reconocimientos a tu labor. ¿Qué opinas de los premios literarios?

Los reconocimientos literarios ayudan a seguir escribiendo. No tanto como el tener los lectores que yo no tengo pero ayudan. Me acuerdo, sobre todo, del primero, del Diputación de Asturias, en el lejano 1980, cuando aún había Diputación por estos parajes norteños en los que ambiento gran parte de mis historias. Yo, por entonces, tras licenciarme en Químicas, estaba en el paro y, además del premio, ¡qué bien me vinieron esas cien mil pesetas de entonces! Seguí escribiendo, claro, pero nunca fui un buen padre para mis relatos ni amable con el lector: no me atrae la vida literaria y no empiezo mis obras por el principio porque no me sale nada si intento escribir como escribe la vida, a la que plagio en casi todo lo demás.

2.- ¿Cómo ves el panorama literario en estos momentos? ¿Puedes concretar en Asturias?

Lo veo con más escritores y menos lectores. Pero veo también desde mi pequeña atalaya que el número de buenos escritores y lectores es el de siempre. Y veo también que el futuro de escritores y lectores ya está aquí en forma de libro electrónico y redes sociales y otros inventos, algo que, tal vez debido a mis estudios pretéritos, me parece estupendo aunque también me duele, y mucho, el cierre progresivo de las librerías tradicionales, de esas lágrimas en la lluvia, como diría Roy el androide en mi admirado Blade Runner. Y Asturias no es ninguna excepción.

3.-La soledad está presente en muchos de tus escritos. ¿Es un tema literario o forma parte de nuestra sociedad?

Está presente en muchos de mis escritos porque está presente en la sociedad. Ya he dicho antes que, por lo general, me limito a plagiar lo que la vida cuenta aunque yo lo escriba de otro modo. Pero es también mi tema literario. La vida es mucho más rica en temas, evidentemente. Que yo me quede con la soledad es una simple querencia creativa mía.

4.-Tu última novela se titula LO SUCEDIDO, ¿podrías decir por qué hay que leerla?

Tal vez porque es corta y breve será el posible tormento del lector mientras descubre lo que un alud permite descubrir. Además, si nada han leído de mí, que es lo más probable, en ella tienen un resumen de todas mis creaciones. De todas mis recreaciones, mejor dicho. Por motivos que no vienen a cuento, ni la he bautizado siquiera. Muy mal padre hasta el final, ya lo creo que sí, no tengo perdón ni lo pretendo.

5.- ¿Es importante que los escritores estemos unidos en una Asociación?

Mucho, muchísimo. Más amparo, más visibilidad… En definitiva, menos soledad. Y que nadie olvide que la soledad, en lenguaje químico, es altamente oxidante. Es decir, que todo lo envejece antes de tiempo, la madre que la parió.

Por Armando Murias Ibias

 

 

 

 

 

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