RODOLFO SERRANO:
“ME MUEVE EL DESEO DE COMPARTIR LO VIVIDO DESDE UNA MIRADA POÉTICA”
Lauren García
Rodolfo Serrano lleva ya un buen puñado de años derramando tinta agradecida desde Madrid. Entusiasta enérgico del oficio de periodista defendido con encono día a día; labor plasmada en libros como “Un oficio de fracasados”, “Toda España era una cárcel” o “La España de Cuéntame”. Además Rodolfo Serrano es un poeta de sentimientos encontrados y sellados en la pausa del verso frente a las aceleraciones de la vida. Autor de poemarios como “Especial para cócteles” o “La blancura de la ballena”. Su literatura evoca la última copa mientras va ardiendo el amanecer o los desvelos del alma ansiando un cuerpo amado; en definitiva, el reclamo, la necesidad y obligación de capturar la felicidad.
-Al leer sus poemarios parecen estar tocados por el espíritu bohemio…
-Pues no lo sé. Pero quién no ha tenido espíritu bohemio. La poesía es, en el fondo, una forma de mirar la vida. Y en ocasiones la vida puede tener mucho de la bohemia entendida como una formar de sentir y de vivir la vida.
–¿Le interesa más dar cuenta de la vida que cualquier artefacto estilístico poético?
-Fundamentalmente me interesa dar cuenta de lo vivido. Respetó todas las formas en la poesía, pero yo me he movido más en lo que consideró la forma más cercana del poema -o al menos, lo intento-, ese deseo de compartir lo vivido desde una mirada poética. Sin embargo, también creo que el estilo es necesario. Para mí, la poesía, la factura poética tiene unas reglas que, mínimamente hemos de cumplir. El lenguaje poético, en mi opinión, tiene sus normas y conviene, en la medida de lo posible, atenerse a ellas.
– ¿Es en sus libros de prosa una constante el reflejar la realidad social?
Si se entiende por realidad social lo que cada uno vive junto a los demás, sí. La realidad social está también en el transcurrir amoroso, en la soledad, en la alegría de otro cuerpo. Todo es en realidad un hecho social. En mi prosa, efectivamente, los temas han sido más sociales por los temas tratados: la posguerra, el periodismo… Creo que es una obligación de todo escritor reflejar la realidad social.
–¿ Ha de estar la esencia del periodismo en la calle?
El periodismo, decía Unamuno, es el ruido de la calle -no cito de memoria- y, por cierto, uno de los grandes columnistas actuales, Raúl del Pozo, titula así su columna diaria: el ruido de la calle. La esencia del periodismo es la calle porque el periodismo es el reflejo de lo que pasa, de lo que ocurre. Ahora se tiende a hacer un periodismo de teléfono e internet. Y esas son dos herramientas, pero no la esencia del periodismo. Yo tuve un jefe que me decía que una entrevista conviene siempre hacerla mirando a los ojos del entrevistado. No siempre es posible hacerlo así, pero es lo ideal.
–¿Tienen los periódicos cada vez menos literatura?
-Cada vez menos. El espacio en los periódicos es cada vez más escaso y, consiguientemente, más caro. Y se hace en ocasiones un periodismo casi telegráfico. Pero el buen periodismo está lleno de buena literatura. Y hay ejemplos actuales de esa buena literatura que, desgraciadamente, va desapareciendo. Hoy que lo digital ha arrasado con casi todo, me parece que un buen refugio para la literatura pie ser el periódico escrito. Ante la imposibilidad de competir con la rapidez de lo digital, la prensa escrita debe ofrecer una buena literatura, capacidad e reflexión.
–¿En qué punto actual se encuentra una ciudad que es un hervidero cultural como Madrid?
-Bueno. Diríamos que Madrid ya no es lo que era. Pero sigue teniendo sus espa
cios para la cultura. Es una ciudad maravillosa que necesita continuamente nuevos impulsos para no adocenarse. Históricamente ha sido una ciudad que ha estado en primera fila de las vanguardias, muy receptiva. Y confiemos en que no pierda esas cualidades.
cios para la cultura. Es una ciudad maravillosa que necesita continuamente nuevos impulsos para no adocenarse. Históricamente ha sido una ciudad que ha estado en primera fila de las vanguardias, muy receptiva. Y confiemos en que no pierda esas cualidades.
-Está muy vinculado también a la música, ¿debe caminar junto a la literatura?
Supongo que te refieres a la canción, en concreto. Y en ese caso, sí. En España tenemos muy buenos letristas, afortunadamente. Y los jóvenes cantautores y cantautoras ofrecen una estimable calidad en sus trabajos. Sin olvidar que muchos recurren a poetas para componer canciones. Ese es un buen camino. Creo que nadie negará que gentes como Paco Ibáñez o Serrat han hecho más que todos los planes educativos por dar a conocer la obra de nuestros poetas. Hay gente como Rafa Mora o Moncho Otero que están musicando poetas actuales y llevándolos por colegios e institutos. Es un buen camino.
–¿Cómo se entiende con su hijo Ismael Serrano a la hora de confeccionar sus letras?
-Es una relación peculiar. Alguna vez le ofrezco una letra creada ex profeso para que le ponga música. Pero en otras ocasiones, es él quien escoge un poema que le ha llamado la atención y trabaja sobre él. No hay regla fija.