Entrevista a Rubén Rodríguez, por Javier Lasheras y José Havel. 13/12/09

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Rubén Rodríguez: cuando los dioses siguen presentes.

Llega a la entrevista con la cara algo desencajada, como si acabara de terminar un concierto. Y lo cierto es que no ha parado de contestar a las preguntas del público y de firmar ejemplares en la librería. Este ovetense acaba de publicar tras Anatomía pefecta, Parque de ídolos, su  segundo libro, en la editorial Difácil. Ya sentados, pide una cerveza e insiste en que se la traigan bien fría. Alguien pasa y le dirige una sonrisa cómplice. Él devuelve el gesto. Es profesor de Historia en un instituto de la capital. Cuando habla está convencido de lo que dice. Tanto, que su primer convencimiento es la duda. Un amigo se acerca y le pide que le dedique el libro. Él lo hace con gusto, con una letra puntiaguda e inclinada. Se toma su tiempo. Le encanta el rock duro. Se quita la cazadora y la cuelga en el respaldo. Luego se echa un trago, toma aire y con la botella aún en la mano, apunta y nos dice: venga, disparad.

 

En sus poemas hay una presencia clara de la Historia Antigua . ¿Qué paralelismos y vigencias encuentra con el presente, con la actualidad?

 
Todas. La época antigua nos ofrece muchas enseñanzas presentes en la edad contemporánea, comportamientos humanos como la ira, la traición al amigo, el ansia de poder, el concepto de hedonismo, el olvido del personaje famoso… De todo esto y mucho más ya hablaron los griegos y romanos. Tan sólo los personajes principales, los secundarios y el escenario varían, pero no la esencia que se perpetúa a través de los tiempos.
 

¿Cree que el hombre está abandonado por los dioses o que el hombre los ha abandonado conscientemente?

 
Los dioses siguen presentes. Se han transformado en otros conceptos más claros que ya existían en la antigüedad como el culto al cuerpo, al dinero y a la creencia papanatas del progreso de la ciencia…

 

¿Diría usted que todos sus poemas se entienden? Me parece ver una cierta ocultación, siquiera inconsciente, como en los poemas de Calipso.

 
La segunda parte del poemario que lleva por título Odiseo & Calipso se presenta como un contraste entre la primera y última. Tanto el estilo que domina, un verso fragmentario donde todo lo que no se dice cuenta igual que lo que se dice, los gestos, los silencios de igual manera que en el amor, un homenaje explícito y claro a uno de mis libros preferidos: Odisea de Homero.

 

Realmente, ¿qué hay de misterioso en que el hombre “mate y ame al mismo tiempo”?

 
Mucho, pues el hombre es una contradicción en sí mismo capaz tanto de lo mejor como de lo peor. Como dice el dicho: del amor al odio tan sólo hay un paso…
 
"Caemos de forma inevitable en el oscuro laberinto"

Obama cazó una mosca en plena entrevista ¿le recomendaría leer el poema del emperador Domiciano?

 
Obama es un político que ha traído esperanza a los Estados Unidos, un presidente demócrata en uno de los países con mayor tradición democrática del mundo, pero no le veo los paralelismos con el emperador-dictador Domiciano. Esas comparaciones son odiosas pero lo que si percibo de manera clara es demasiado fuego de artificio y alabanza a una persona que tiene que demostrar muchas cosas, y en absoluto le otorgaría un premio de la paz a un político que acaba de mandar 30.000 hombres a Afganistán. Creo que existen otros hombres más valiosos que luchan por la concordia y el diálogo en el mundo.

 

Después de tantos años, ¿camina este mundo perdido por algún laberinto?

 
Demasiados laberintos. Pero la referencia viene en relación al héroe, Teseo. Y nos habla del famoso eslogan clásico, Conócete a ti mismo y sabrás caminar por el laberinto. Cuánta gente en el mundo contemporáneo acumula conocimientos matemáticos, científicos, literarios… y se produce el gran desconocimiento del otro y de nosotros mismos. Caemos de forma inevitable en el oscuro laberinto.

 

Parece que el poemario extiende la idea de que la Historia más cierta es la intrahistoria, la de los héroes y villanos. ¿Dónde se han quedado los ídolos?

A partir de pequeños hechos se conocen a los grandes personajes de la historia. Suetonio era un maestro en buscar acontecimientos que de forma aparente eran banales. La vida de los doce Césares es un gran ejemplo. Para expresar la crueldad y la falta de realidad de Domiciano, emperador romano, Suetonio nos cuenta que se pasaba tardes enteras cazando moscas, una perfecta imagen para expresar una crueldad suma.

Kavafis, José Emilio Pacheco, José Ángel Valente… ¿cómo se sirve este cóctel? ¿No resultan demasiado fuertes los ascendentes para el segundo libro de su obra?

 
El concepto de libro como homenaje es claro y de forma significativa en uno de mis admirados maestros como es Constantino Cavafis. El dicho famoso de que lo que no es tradición es plagio, lo tengo muy presente. El poeta, a partir de su tradición o de diferentes líneas estéticas de las que bebe, debe aportar su prisma personal, su forma de ver las cosas… En absoluto, mi concepto del poeta es el de un escritor omnívoro, quizás el escritor que se nutre de una mayor diversidad de estilos para construir su mundo propio. Nunca me han gustado la ortodoxia, la heterodoxia es mi manera de estar, de vivir en este mundo y en definitiva de escribir. Todos los autores nombrados tratan el tema de la historia y la condición humana de forma sobresaliente. Un buen escritor debe intentar dominar diferentes registros en función de los contenidos y hacía dónde quiere llegar.

  "La poesía pone de
vez en cuando
su pequeño grano de arena"

En su poemario aparecen varias conversaciones con diversos personajes. Díganos, ¿con quién le gustaría tomarse unos vinos?

 
La verdad es que me lo pone difícil, pues existen personajes interesantes que aparecen en el libro y que son historia viva de un pasado antiguo. Alejandro Magno, Cincinato, Diógenes… quizás Ana Comenno, emperatriz del imperio Bizantino allá por el siglo XII, una gran intelectual en su época, mujer rodeada de hombres que supo hacerse un sitio en la historia pero olvidada de forma injusta por el mundo literario e histórico, un personaje enigmático y a reivindicar.

 

¿Qué respuestas ofrece la poesía en el mundo actual?

Es una forma de conocimiento del mundo y de los individuos. El placer estético que produce la lectura de un buen poema es igual de comparable a una buena canción o un buen corto pero como ocurre en esta sociedad de las prisas, la reflexión requiere tiempo, paciencia. Todos tenemos un gran puñado de buenos poemas a la vuelta de la esquina…, la constancia en la lectura sería una de las claves.

¿Puede el arte –y la poesía- acabar con los bárbaros?

 
La poesía si puede ser un arma cargada de futuro pero al individuo, la forma sutil que tiene de reivindicar un mundo invisible es en mi opinión muy poderosa. Pero como sabemos de las palabras a los hechos hay un trecho, y en ese trecho la sociedad en general y de modo particular nuestros políticos tienen grandes responsabilidades que asumir. No me gusta la realpolitik. Ahí tenemos a los nuevos bárbaros dentro de nuestra sociedad. La ética en las personas y las sociedades es un valor a preservar y reforzar. La poesía pone de vez en cuando su pequeño grano de arena.

 

¿Cuál cree que es la actual batalla de Queronea?

 
No existe un paralelismo con el mundo actual. En la Batalla de Queronea participa por primera vez el joven Alejandro Magno y se vislumbra quien va a ser recordado en la historia; a Filipo II se le recuerda a pesar de sus grandes dotes de organización, mando del reino y del ejército macedónico por ser hijo de quien es.

 

Y en su opinión, ¿cuánto tiene lo místico de sensualidad?

Tiene bastante, J. A. Valente en su famoso libro La Piedra o el centro o el ensayo sobre Miguel de Molinos, toca estos temas tan resbaladizos. La mística como una forma de llegar al sujeto poético de manera original y radical, la mística como motor creativo del poeta. El amor en sus múltiples facetas tiene puntos claros y cercanos con la mística, por su carácter radical de apresar al sujeto amado. Cavafis y San Juan de la Cruz eran dos de sus poetas de cabecera, estando a las antípodas en cuanto a estética y tema

Vivir y arder. ¿Nos da algún otro consejo?

 
Quién tiene un amigo tiene un tesoro. Es un tema recurrente en mi poesía, relacionado con la traición al amigo, a la persona cercana. La amistad si es cercana y exclusiva. Tiene un componente de fuerza mágica que a lo largo de la historia del hombre ha movido altas montañas.

 

Y finalmente, a qué aspira usted ¿a la gloria o al olvido?

 
Como todo escritor que se precie aspiro a ser recordado, pero son los lectores quienes tienen la última palabra, quienes deciden en este asunto. Escribo, por supuesto, para ser leído. Luego vienen los matices de número y calidad, de ese lector anónimo. Esa cuestión no está en mi mano.

 

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