Una entrevista ligera a Alberto Piquero, por Javier Lasheras y José Havel. 20/09/2012.

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Una entrevista ligera a Alberto Piquero  

» Hemos hecho bastantes méritos para
proporcionarle inspiración al Apocalipsis
 
Por Javier Lasheras y José Havel 
 
 
¿Qué valora más en un viaje?
Las diferencias con la rutina.
 
¿Qué es lo que más le gusta hacer a las 8 de la tarde?
Soy muy variable con los horarios.
 
¿Cuál es el riesgo principal de viajar con usted?
Tal vez, que quiero verlo todo a la vez, lo que científicamente es un empeño imposible. Estoy en tratos para lograr la ubicuidad.
 
¿Qué valora más para elegir un acompañante?
Esta pregunta tiene trampa. ¿Acompañante masculino o femenina?
 
¿Cuál es ese lugar al que siempre le gustaría volver y por qué?
Algunas ciudades y aldeas suizas, porque allí viví mi primera experiencia europea, esperando a que se acabara la dictadura en España y con la energía vital intacta, cuando éramos jóvenes, felices e indocumentados, como dijo García Márquez, más o menos.
 
¿Cuál es su principal defecto?
La impaciencia.
 
¿Y su principal cualidad?
Acaso la lealtad (no se confunda con fidelidad).
 
¿Qué libros lee cuando viaja?
Los que tengan alguna relación con el lugar que visito.
 
¿Y qué está leyendo ahora?
Por razones imperativas, novelas presentadas al Premio Ateneo Jovellanos, del que soy jurado. Y Golem XIV, de Stanislaw Lem, por cuenta propia, entre otros de los que voy entrando y saliendo.
 
¿Es usted de los que leen con lápiz y papel a mano?
Sí.
 
¿Cuál sería su mayor desdicha?
La pérdida, en un sentido muy general.
 
¿Qué obra publicada le hubiese gustado firmar?
Por ejemplo, una novelita de Dostoievski, de las menos conocidas, Memorias del subsuelo.
 
¿Dónde le gustaría vivir?
El horizonte siempre está en otro sitio.
 
¿Cuál es su bebida favorita?
Cubata de ron. El resto de la semana, agua.
 
Dígame un par de grandes novelas que se le atragantaron o nunca pudo terminar de leer.
Bajo el volcán, de Malcolm Lowry. Finnegans Wake, de James Joyce. Y unas cuantas más.
 
¿Cuál es su ciudad preferida?
Bueno, sin olvidar que el horizonte siempre está en otro sitio, Ginebra (Suiza) no está mal. Huelga decir que no tengo fortuna en los bancos helvéticos.
 
¿Quiénes son sus escritores favoritos?
Dostoievski, que ya está dicho; Kafka, Proust… Los que llamo “escritores por defecto”, a los que la vida se les hizo tan cuesta arriba que tuvieron que refugiarse en el papel. Se oponen a los escritores “por exceso”, de canto épico. Y a los escritores “tibios”, que se alimentan de indigesta erudición.
 
¿Cuáles son sus palabras predilectas o su frase favorita?
Así, a bote pronto, no se me ocurre. Me gusta el sonido de las palabras esdrújulas.
 
¿Qué música suele escuchar?
Ahí hay un poco de todo. De fragmentos de ópera (pocas óperas completas), a Los Beatles (soy más de McCartney que de Lennon), jazz, blues, copla y flamenco, fado… Detesto la salsa, salvo que sea la de Rubén Blades.
 
¿Con que personajes históricos y personajes ficticios le gustaría pasar una velada?
Estaría bien una reunión con Karl Marx y los hermanos Marx, a ver quién hacía mayor honor a su apellido.
 
¿Por cuánto sale, más o menos, una ración de 100 gramos de jamón ibérico puro de bellota, una copa de vino, un libro de poemas y una onza de chocolate?
Me siento como Zapatero cuando se le preguntó por el precio de un café…
 
Recomiende un par de obras de arte.
Lamentando caer en tópicos, El grito, de Munch. Y El imperio de la luz, de Magritte.
 
¿En la escritura de qué se halla usted ahora inmerso?
He empezado muchas novelas y no he acabado ninguna. En eso sigo.
 
¿La crítica literaria la prefiere con agua, con hielo o a solas?
En ese asunto, está claro que es preferible con algún alcohol por el medio. Al menos, es más entretenido.
 
¿Qué detesta, odia y le cabrea a un mismo tiempo? ¿Y por separado?
La irracionalidad y sus derivados. La irracionalidad y la violencia que se surte de aquella.
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Recomiéndenos un libro que aún no haya leído.
Aunque haya podido caer en la tentación, procuro no hablar de lo que desconozco.
 
Díganos un par de películas que todo el mundo debería ver.
Blade Runner y Luces en la ciudad (en este caso, como en el resto, mañana podría acordarme de otras).
 
¿A través de qué película llegó a leer un libro estupendo?
Creo que así fue con Las uvas de la ira, yendo de Ford a Steinbeck. Por cierto, muy recomendable para estos momentos.
 
¿Qué suceso de la historia admira más?
Está por llegar. De momento, hemos hecho bastantes méritos para proporcionarle inspiración al Apocalipsis. Ya lo dijo Shakespeare, “una historia de ruido y violencia contada por un idiota” (se ve que no tengo el mejor día). Sólo hemos progresado en ciencia y tecnología.
 
¿Qué red social de internet prefiere?
Estoy fuera de esos circuitos.
 
¿A quién le hubiese gustado entrevistar?
Sin ninguna duda, a Dios, me tiene intrigadísimo.
 
Ypor último, ¿cómo se declara usted, culpable o inocente?
Soy tan inocente que a veces creo que soy culpable.
 
 
Alberto Piquero es escritor y periodista. 

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