Que me lleven, hace años que he perdido el gusto de conducir. Si es en tren, mejor.
¿Qué es lo que más le gusta hacer a las 8 de la tarde?
Servirme el segundo vino si es posible en compañía de un buen interlocutor.
¿Cuál es el riesgo principal de viajar con usted?
Las dudas que pueden asaltarme en el último momento y el temor a que no salga como estaba previsto.
¿Qué valora más para elegir un acompañante?
Que me de la seguridad de que tratará de disfrutar del viaje, eso me ayuda bastante.
¿Cuál es ese lugar al que siempre le gustaría volver y por qué?
Volvería siempre a La Habana, la conozco como la palma de mi mano y allí siempre me encontré como en casa.
¿Cuál es su principal defecto?
El desear que todo resulte tan previsible como yo lo había imaginado.
¿Y su principal cualidad?
En esta etapa de mi vida, creo que una paciencia a prueba de bombas.
¿Qué libros lee cuando viaja?
Suelo llevar siempre un par de novelas de las que sospeche de antemano que me van a entretener y gustar. Aparte, la consabida guía de viajes.
¿Y qué está leyendo ahora?
Una novela de Lorenzo Silva, Niños feroces, parece que promete.
¿Es usted de los que leen con lápiz y papel a mano?
En contadísimas ocasiones, si el libro es de mi propiedad, no me importa subrayar o marcar aquello que considere interesante.
¿Cuál sería su mayor desdicha?
Cualquier enfermedad o accidente que afectara a mi físico o a mi mente y que me impidiera leer y escribir.
¿Qué obra publicada le hubiese gustado firmar?
La isla del Tesoro y ya llevo muchos años con esta convicción.
¿Dónde le gustaría vivir?
En varias ciudades a lo largo de año, pero siempre regresando a mi cubil ovetense.
¿Cuál es su bebida favorita?
Esto también lo sé hace mucho tiempo, cualquier vino agradable al paladar, especialmente tinto.
Dígame un par de grandes novelas que se le atragantaron o nunca pudo terminar de leer.
Lo lamento, pero una de ellas es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. La segunda, mucho más reciente, Las benévolas de Jonathan Litell, con la que obtuvo los premios Goncourt y el Gran Premio de la Academia Francesa, una prueba de que no se debe confiar en los criterios de ningún jurado. Me pareció un desperdicio el haberla publicado.
¿Cuál es su ciudad preferida?
Para residir siempre, Oviedo, aunque es un sentimiento mío muy gregario que procuraré controlar.
¿Quiénes son sus escritores favoritos?
Cualquiera de los autores asturianos, cuantos más seamos y más publiquemos más grande será nuestra fuerza.
¿Cuáles son sus palabras predilectas o su frase favorita?
No mires mucho atrás porque puedes tropezar en el camino que hay delante de ti.
¿Qué música suele escuchar?
En mi casa música mexicana de todos los tiempos, rancheras, corridos boleros, etcétera.
¿Con que personajes históricos y personajes ficticios le gustaría pasar una velada?
Le daría una oportunidad a Stalin y sus íntimos, creo que en las cenas de su mansión moscovita se comportaban como auténticos transgresores. Nunca le daría una oportunidad a Fidel Castro, estoy seguro de que trataría de adoctrinarme y arruinaría la velada.
¿Por cuánto sale, más o menos, una ración de 100 gramos de jamón ibérico puro de bellota, una copa de vino, un libro de poemas y una onza de chocolate?
En un bar lo primero por unos 18 euros, creo. Una copa de vino 2 al menos, un libro de poemas no tiene precio y una onza de chocolate lo ignoro.
Recomiende un par de obras de arte.
Dos cuadros cualesquiera de Celso Granda, un pintor asturiano de los años 50 con el que creo tener una gran afinidad artística y también transgresora.
¿En la escritura de qué se halla usted ahora inmerso?
En una nueva novela, pero advierto que encallado un poco y necesito salir del desconcierto para seguir trabajando en ella.
¿La crítica literaria la prefiere con agua, con hielo o a solas?
Los tragos duros vale más tomarlos solos. Cuanto primero pasen por el gaznate mejor.
¿Qué detesta, odia y le cabrea a un mismo tiempo? ¿Y por separado?
La impuntualidad sin razón. Por separado, esperar sin motivo.
Recomiéndenos un libro que aún no haya leído.
Pues no sé, todos los que caen en mis manos o tengo en mi casa, los he leído con más o menos satisfacción. Pero en todo caso, los poemas que nunca se publicaron de León Felipe, si los hay.
Díganos un par de películas que todo el mundo debería ver.
Blade Runner y Master & Comander (Al otro lado del mundo)
¿A través de qué película llegó a leer un libro estupendo?
El nombre de la rosa.
¿Qué suceso de la historia admira más?
La proclamación de la Constitución de Cádiz de 1812.
¿Qué red social de internet prefiere?
Facebook, a mí Twitter me parece un poco frío.
¿A quién le hubiese gustado entrevistar?
Sin duda alguna a Ramón Serrano Suñer, siempre que me dijese la verdad.
Y por último, ¿cómo se declara usted, culpable o inocente?
Absolutamente culpable por haber dejado pasar algunas oportunidades estupendas que perdí entre mis titubeos y dudas.
Gerardo Lombardero es escritor.