Por José Mª Fdez. Chimeno (escritor y Pdte. Casa de León en Asturias)
«Un largo y fecundo periplo, que va del año 1993 al 2007»
El «poeta de la madera» –así fue calificado por el que fuera director del ILC, Alfonso García- es un artista integral, que busca en sus obras «siempre el movimiento […] y lo hace como una contradicción con respecto al material que trabaja, pues la madera invita a pensar en el árbol enraizado en la tierra». Pieza clave o emblemática en la evolución de Amancio Glez. es, sin duda alguna, el “David” (1990), obra tallada en madera de pino, en la cual se reconoce su admiración por Miguel Ángel; a esta le sigue una obra magnífica tallada en madera de olmo, de nominada “Grafiosis” (1991) que llamó sobremanera la atención del poeta Antonio Gamoneda por ser una de las más significativas de la exposición colectiva de artistas leoneses, realizada en la Sala Carnicerías de Caja-España, en el año 1992. De estas obras de juventud se deduce, que es un creador, pues, ante un tronco de madera, lo piensa, lo modela, esculpe y trabaja, dándole una nueva identidad, simbólica si cabe, pero siempre alusiva al poder demiúrgico; un poder que, como en un parto, alumbra formas nuevas de un ente primigenio, canalizadas por su ingenio.
La definición de “ingenio”, según el escritor y político Carlo Dossi (1849/1910) es que «está constituido por un tercio de instinto, un tercio de memoria y un último tercio de voluntad». No perderemos la oportunidad de preguntar a nuestro protagonista: ¿qué porcentajes, de estos tres “condimentos” (instinto-memoria-voluntad), considera él que están presentes en “su obra”?
«La respuesta no es sencilla, entiendo que los tres condimentos son necesarios pero en las proporciones en el uso de ellas por parte de un artista varía continuamente. Cierto es que la intuición es clave no solo en la ejecución de una idea, también nos permite identificar su lenguaje o su estilo y que va a diferenciar su obra de la de cualquier otro. Por otra parte creo que la intuición se encuentra en un estado salvaje en los comienzos y son el tiempo y la voluntad los que de alguna manera la educan o canalizan.
La voluntad no desaparece nunca, y creo que permanece constante durante toda la vida del artista, es la fuerza motriz, la que te empuja hacia el conocimiento y práctica de la técnica que necesites para la realización de un trabajo y la que te proporciona la energía necesaria para llegar al resultado final, de la memoria tengo más dudas aunque sé que es difícil obviar los sucesos que emocionalmente nos impactan y que de alguna manera ejerce su influencia sobre una idea, no sabría cuantificar su importancia en el proceso creativo porque pienso que a la memoria se le pueden sumar otros factores como puedan ser la formación intelectual, el pensamiento poético o científico del escultor.
En este sentido creo que se puede llegar a hacer una buena escultura sin que el condimento memoria sea determinante».
Conocida su valiosa opinión al respecto, es preciso pasar a esbozar unos breves apuntes biográficos, sobre la relación de Amancio con Asturias. En 1993 recibió la beca del Museo Antón (Candás) de ayuda a la creación escultórica, y en 2007 participó en la IV edición de “Escultura en Norte” que se desarrolló en la villa de Salas (la Puerta del Occidente). En este largo y fecundo periplo, que va del año 1993 al 2007, muchos de los leoneses que residen o veranean en esta «comunidad hermana», han tenido la oportunidad de admirar in situ, algunas de sus mejores obras. La más cercana se ubica en Gijón, pues en el escaparate de la Galería de Arte Cornión -hasta hace no mucho- colgaba de una soga el “Hombre Araña”, fruto de la exposición Suspensiones psíquicas (1999). Mientras, en la Fundación Museo Evaristo del Valle ha estado expuesta, en sus jardines, una obra de colección privada titulada el “Pensador” (arenisca, 253×139); pero, actualmente la que se expone es un depósito del artista y se llama “Don Quijote” (año 2005) (granito, 322×128 cm). De esta obra guardo un especial cariño, por haber servido de modelo para una serie de dibujos que, junto con otros muchos de la recientemente fallecida escultora astorgana Castorina, ilustran mi primer poemario Fuimos un sueño (acaso amor).
Rompiendo el lógico orden cronológico, diré que en la vecina villa de Candás, sita en los jardines del Museo Antón, figura sobre pedestal una obra fundida a la «cera perdida» que se titula “El pescador” (año 1993) (bronce, 180 cm); fue esta obra suya una de las primeras que tuvo un sentido público o monumental; a la que han seguido grandes piezas escultóricas, como “Centauro” (pino norte, 1998) y la “Vieja negrilla” (hormigón, 1997). Esta última permaneció en la plaza de Santo Domingo de León durante diez años, cual homenaje a uno de los árboles más emblemáticos de la zona de Rueda (el negrillo), hasta que un conductor ebrio se empotró contra ella en el año 2007…, y Amancio la modeló de nuevo en bronce.
La última de las esculturas del periplo histórico asturiano de Amancio se ubica en la localidad de Salas, en plena Ruta del Camino de Santiago Norte y Primitivo, esta se alza sobre un pedestal-tronco de madera, y se titula “El plato de cerezas” (castaño, 2007). Siendo cierto que con la madera y su particular poética, el escultor leonés ha conseguido un lenguaje personal (firma de autor), no es menos cierto que esto no le ha impedido explorar nuevos materiales. Su obra en metal comienza con el “Desarrollo elíptico sobre un doble eje” (2001), y en hierro se definen también obras tan monumentales como “Consolidación de la primavera” (2001) -supone un verdadero punto de inflexión en la producción plástica de Amancio-, empleando por vez primera varas de acero corrugado (usadas en la construcción de forjados).
Por todo lo expuesto, el escultor de Villahibiera ha recibido el reconocimiento nacional e internacional. Tanto Turquía, Francia, Rusia, México y Dinamarca lucen alguna escultura de su dilatada trayectoria profesional. Pero su compromiso con todo lo que tiene que ver con León, le llevó a aceptar la invitación de la Casa de León en Asturias (GIJÓN), para que, en “tiempo de pandemias” a causa del COVID-19, nos trasmita su magisterio en una conferencia que cierra los actos sociales de las Fiestas Patronales de La Virgen del Camino y San Froilán 2020.
Publicado en La Nueva Crónica (21/10/2020)