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Por la igualdad
En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora
08.03.2016 | 04:02
Por la igualdad
M.ª Esther García López Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Día especialmente reivindicativo pero que todavía no podemos celebrar con signos de victoria como deseamos las mujeres y algunos hombres. Sin ellos, sin su apoyo, nunca conseguiremos que se nos reconozcan nuestros derechos ni que podamos estar a su altura en todos los espacios sociales. Porque ellos mandan y deciden. No es suficiente lo que hasta hoy fuimos consiguiendo con nuestro esfuerzo y nuestra lucha. Solo hace falta reflexionar un poco o hacer un repaso por los distintos estamentos sociales a los que la mujer tiene acceso y comparar su posición con respecto a los varones: los sueldos son más bajos, muchas más dificultades para ser contratadas en igualdad de condiciones, considerar la maternidad como algo negativo para el mundo laboral y difícil acceso a puestos directivos, entre otros muchos impedimentos.
A los hombres aún les cuesta admitir que una mujer sea su jefa, y así llegan a rebelarse en muchos momentos y a comportarse como nunca lo harían si quien mandase fuese un jefe, o patrón, o amo. Eso sí, nosotros fuimos y somos llamadas "amas de casa", pero solo de nombre. Ni amas de casa, ni siquiera amas de nosotras mismas. Porque es precisamente en este espacio donde las mujeres más han sufrido y sufren malos tratos y muerte.
Si repasamos muy brevemente el mundo del arte, ¿cuántas directoras de cine?, ¿cuántas directoras de programas de televisión?, ¿cuántas directoras de orquesta?, ¿cuántas directoras, jefas, presidentas?… Eso sí, artistas guapetonas o más bien "tías buenas", calificativo que triunfa en el cine, publicidad y otros espacios donde somos utilizadas todavía hoy como reclamo sexual.
Como denuncia Ángeles Caso en uno de sus artículos, en las redes sociales, en concreto en Facebook, en sus páginas especiales para personas conocidas, las mujeres solo nos podemos registrar como bailarinas, las demás profesiones, todas en masculino: médico, abogado, músico, presentador, escritor? Después de estar casi convencidas de que hemos conseguido tanto, y de llegar a ser médicas, profesoras, abogadas, escritoras con la misma brillantez que ellos, resulta que tenemos que registrar nuestra profesión como varones. Yo también me niego.
Decía Laura Freixas en una entrevista que es curioso ver en cualquier índice de publicaciones cómo las mujeres representan hoy sólo un 20% y a veces menos. Estamos muy lejos de alcanzar el 50% que sería lo deseable. Las mujeres tenemos mucho que contar, que pintar, que decir, que expresar, pero parece que el éxito está reservado en su mayoría al mundo masculino. No parece sino que los hombres están defendiendo su posición y su estatus ante la amenaza de la mujer preparada y reivindicativa y luchadora y rebelde que busca su plenitud y su libertad.
En los grandes reconocimientos literarios, todavía bajan más los porcentajes. Premios Nobel de Literatura, solamente trece mujeres a lo largo de 112 años; entre ellas podemos presumir de que hubo una en lengua española, Gabriela Mistral. Premios Cervantes, en 40 convocatorias, nada más le fue otorgado a cuatro mujeres: María Zambrano, Dulce María Loynaz, Ana María Matute y Elena Poniatowska. Premios Nacionales de Literatura, en la modalidad de Poesía, en su primera fase de 26 premiados, solamente dos son mujeres, y en su segunda fase, de 37 premiados solo cuatro son mujeres, una de ellas la asturiana Olvido García Valdés en 2007, además de Julia Uceda, Chantall Maillard y Francisca Aguirre. Premiu Nadal, en 91 convocatorias solamente fueron premiadas doce mujeres, una de ellas la asturiana Dolores Medio, en 1952, de la que precisamente este año se cumplen veinte años de su muerte. Te recordaremos Dolores.
Repasando una de les antologías que publicó con motivo del Día de les Lletres Asturianes el Parlamentu Rexonal, de 92 autores, sólo 19 son mujeres. Se cumple el porcentaje apuntado por Laura Freixas. Y estos datos son un pequeño ejemplo relacionado con las escritoras, pero se dan en cualquier manifestación artística, en el mundo laboral y sobre todo en la ocupación de puestos directivos.
Lo que está por esclarecer, por qué tantas diferencias, por qué en pleno siglo XXI seguimos sufriendo desigualdad. Muchas mujeres a lo largo de la historia, quedaron por el camino del tiempo por no ser entendidas, por no tener a nadie que reconociese sus trabajos y por otras muchas razones sociales que hacen que la mujer tenga que luchar contra muchas dificultades y demostrar doblemente su valía para ser reconocida, tanto en el mundo laboral como en cualquier manifestación artística.
Nosotras tenemos en nuestra vida diaria muchos frentes abiertos: familiares, laborales y sociales, que tenemos que sacar adelante. Sirva el Día de la Mujer para reponer fuerzas en la lucha continua por un mundo más justo, en la lucha contra la desigualdad y el machismo, una lacra que afecta a todas las clases sociales y a todas las profesiones.