Editorial Duen de Bux
“No gana uno para sustos” son doce historias cotidianas. La de la negación de la soledad, la de la falsa alegría que hasta un niño es capaz de percibir. La del hombre gris ajeno a la vida y al compromiso. La de quien descubre el amor entre los recovecos del sueño. La del solitario y la del suicida ignorado. La del malvado con moral de hierro…Nada que no esté en la calle o dentro de uno mismo.
Desde diferentes planteamientos, la soledad se convierte en el eje común de las historias que componen este trabajo. No hay fronteras ni margen de edad para el desconsuelo. Puede experimentarla un niño, cuando percibe el desmembramiento de su familia a pesar de los esfuerzos de los adultos por disimularlo. La soledad se vivencia también en los días huecos de una mujer despechada, que a pesar de ello ve en la ausencia de su marido un motivo de desconsuelo. Está presente en el hombre que ha de recurrir al sueño como único camino para llegar a la mujer que ama. Nadie está libre de la desesperanza. Aunque rodeados de seres humanos, la soledad es el obstáculo insuperable con el que todos ellos tropiezan.