DELETRÉAME POESÍA
I Festival de Poesía de Gijón
¿El tránsito del alba
en el presente atlas de la Mujer-Poeta?
Entre las múltiples actividades desplegadas en Gijón entre los días 19 y 21 de marzo por Deletréame Poesía, coordinadas por Musa Cafeína, se celebró el viernes en el museo Casa Natal de Jovellanos el I Encuentro-Recital Poesía Silencio o Poesía de Género, en el que tuve el gusto de participar como ponente junto a Rosario Hernández, Nazaret López, Ana Lamela, Nacho González y Laura Cuervo con la estimable presencia de Felisa Soria, Jefa de Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Gijón.
¿Cabe, en nuestros días, un enfoque de género al hablar de una actividad literaria milenaria en la que han destacado de manera sobresaliente Safo, Santa Teresa, Sor Juana Inés de la Cruz, Rosalía de Castro, María Zambrano, entre otras muchas…?
Decía Emily Dickinson en uno de sus poemas “Di la verdad, pero dila oblicuamente”.
Poesía Silencio o Poesía de Género tal vez no necesitaría justificarse en pleno siglo XXI, con el vértigo de los actuales cambios sociales y en una época en la que la sociedad vive la paradoja de la incomunicación en mitad de un exceso de comunicación.
Tal vez por ello, las grietas en el ‘muro del silencio’ levantado desde siempre por críticos y editores ante la creatividad femenina (y no sólo en la literatura) no cabe duda de que en estas últimas décadas han ido como disolviéndose; se han limado asperezas, se ha vuelto la página, se ha cerrado algún libro y aparentemente la cultura, NOS DICEN, ya no está centrada en el poder masculino, pero, a las mujeres, aún nos queda mucho camino por hacer.
Todo artista, escritor o poeta le gustaría que su voz se hiciera oír fuerte y de manera incisiva huir del aislamiento y, en grado superior, a las mujeres creadoras, debido al eco de tantas batallas y polémicas.
Hay un proverbio hindú que dice “El silencio de quien tiene algo que decir esatronador”. La poesía ayuda a encontrarnos, a conocernos, a reconocernos pero nunca desde el aire o el olvido. En ocasiones ese olvido, ese atronador silencio se transforma en luciérnagas, rutilantes luciérnagas abriéndose paso en medio de la oscuridad del intencionado ostracismo. Es por ello que me gustaría recordar a dos figuras, dos brillantes perfiles de ese blandir de brío y luz personal: FLORA TRISTÁN y CARMEN CONDE.
Flora Tristán, activista francesa nacida el 7 de abril de 1803, hija bastarda que por tal situación se le impidió heredar los bienes pertenecientes a su padre, en pleno siglo XIX emprende una difícil campaña en favor de la emancipación de la mujer, los derechos de los trabajadores y contra la pena de muerte.
A ella le debemos esa frase magistral que nos ilustra a toda Eva y Adán de nuestro tiempo: “Dos cosas me admiran, la inteligencia de las bestias y la bestialidad de loshombres”. Autora, entre otros libros, de “La unión obrera” de Flora Tristán diría Marx: “Una precursora de altos ideales nobles”. Sin embargo, a día de hoy, seguimos leyendo a Marx pero apenas si leemos a Flora Tristán.
El otro ejemplo, nebuloso crepúsculo sobre la cercana luz, es Carmen Conde la primera mujer elegida académica. El 28 de enero de 1979 ingresa en la RAE ocupando el sillón K, siendo así la primera mujer que consigue tal distinción.
Tiene esta escritora, dramaturga y poeta, nacida en Cartagena, el 15 de agosto de 1907, algo de KAFKIANO todo su ser y destino. Con una trayectoria poética impecable, jalonada por algunas obras fundamentales como “Júbilos” de 1934, “Brocal” o “En la tierra de nadie” de 1960 obra decisiva dentro de su producción literaria, especialmente los fragmentos de vida y dolor que constituyen la parte más desgarradora del libro con versos como:
“Intenté demostrar que a donde voy
es a mí, sólo a mí, para tenerme”
el lento discurrir del tiempo la ha ensombrecido, tal vez arrinconado hasta el punto de que la editorial TEMAS DE HOY, publicara en el año 2007 la obra de José Luis Ferris “Carmen Conde, vida, pasión y verso de una escritora olvidada”.
Hago constar que Carmen Conde estuvo a la sombra de la Generación del 27. No debemos olvidar que en el año 1931 funda (con el poeta Antonio Oliver Belmás) La Universidad Popular de Cartagena (pionera en esto) y que uno de los invitados a la misma fue, precisamente, Miguel Hernández; sin olvidar que ya en una de sus conferencias, ofrecida en el año 1927, declaraba abiertamente: “Mis propósitos literarios son estos: Escribir bien, escribir mejor, escribir muchísimo mejor”.
Volviendo al siglo XXI, entre la velocidad del AVE, los móviles y ese continuo cliquear,nos preguntamos dónde hallaremos el nuevo desti
no, a través de qué ATLAS poético podemos viajar y situarnos en el nuevo mapa.
no, a través de qué ATLAS poético podemos viajar y situarnos en el nuevo mapa.
Recordando el poema “Surca”, de Clara Janés cuando nos dice: “Rompe nudos lamemoria del rayo” en la actualidad, como así lo acreditan editoriales del prestigio de Torremozas o Cuadernos del Laberinto, entre otras… es evidente que existe un buen cultivo de jóvenes poetas con una voz propia y significativa, que consiguen plasmar y construir ese nuevo viaje de la poesía en castellano escrita por mujeres que viven y forman parte del Siglo XXI y en el que necesariamente esas nuevas voces ‘Las hijas de la transición’ habrán de ir de la mano de las poetas de la década o décadas anteriores ‘Las hijas del patriarcado’ compartiendo juntas un ‘tránsito del alba’ si en verdad queremos DE-LE-TRE-AR en presente el pensamiento inmortal de un poeta de los grandes Walt Whitman cuando decía: “La literatura está llena de aromas”.