Una original narración sobre la novela
La buena novela, de Laurence Cossé
Por Ángel García Prieto
Laurence Cossé
La buena novelaEd. Impedimenta, Madrid, 2012
Traducción del francés de Isabel González Gallarza
416 páginas
23,95 euros
Laurence Cossé (Boulogne-Billancourt, 1950), trabajó como periodista en Le Quotidien de París y en la emisora de radio France Culture. Desde que en 1981 publicó su primera novela, Les chambres du Sud, le han seguido cinco más; una de ellas, Le coin du voile, galardonada con el Prix du Jury Jean Giono de 1996. La novela que reseñamos ahora, publicada en Francia en 2009, es la que le ha dado más reconocimiento, con la traducción a varios idiomas.
La buena novela (Au bon roman) es una original narración sobre la novela y las pasiones que desata, sobre su comercialización, sobre las editoriales y distribuidoras, los premios literarios, los autores, los críticos, los libreros y los lectores; y sobre los excesos y peligros de la desmadrada producción literaria actual. La historia está protagonizada por una pareja que constituye la noble y fascinante italiana Francesca Aldo-Balvelli, que reside en París, casada con un gran empresario y que se convierte en la mecenas de un proyecto de librería de elite y un hombre de edad mediana llamado Van Georg, librero que tras diversos trabajos acaba por ver en esa nueva y ambiciosa actividad la realización de su sueño profesional.
La librería “La buena novela” pretende llegar mucho más allá de la mera venta de libros de narrativa y lo consigue, tras una reacción mediática amplia, beligerante y variopinta. Gracias al establecimiento comercial que lleva ese nombre, abierto en una zona chic del centro parisino, en el que solo se venden ejemplares de un fondo de unas cuatro mil novelas de gran calidad literaria, elegidas por ocho escritores de prestigio, que mantienen en completo secreto, incluso entre ellos mismos, su pertenencia a ese comité de selección. La novela, además se vale por una parte de una trama de intriga, ya que algunos de esos escritores sufren atentados con potencialidad mortal y por otro lado aparecen los directos sentimientos amorosos del librero Van hacia una extraña joven universitaria y ambiguos hacia su socia. Además, la novela acaba siendo un canon de la autora, que cita una pléyade –chauvinista, pues el noventa por ciento de autores y obras son francesas– de buenas novelas clásicas y modernas.
Novela interesante, bien escrita, con tensión narrativa, sensibilidad y elegancia. Recomendable.