CUADERNO DE VIAJE DEL CAMINO PRIMITIVO
VV.AA.
EDITORIAL PATA NEGRA, 2022
Por David Fueyo
Si nos acercamos a Google podremos comprobar que la búsqueda “Libros sobre el Camino de Santiago” alcanza los veinticuatro millones y medio de resultados, sin embargo creo que el Cuaderno de Viaje del Camino Primitivo (2022, Pata Negra) tiene algo que lo hace especial. Ciertamente muchas cosas, como pretendo reseñar a continuación.
El volumen tiene alma, en realidad varias almas, yo diría que hasta tiene magia. Unas cuantas pinceladas de la misma magia que destila el Camino Primitivo ya son muchas. Los autores y artistas que han participado no se han dedicado solo a plasmar un paisaje, sino al caminante frente a los hitos del Camino. Desde un puente a una sonrisa. Todo está en el libro.
Calidad. Fermín Santos es editor, artista y orfebre a partes iguales. Mima sus obras y eso se nota en el tacto de las mismas, en el cuidado del papel, de la impresión, del cosido o el pegado. Fermín es un artesano del libro en tiempos de la inmediatez, de la rapidez y del usar y tirar. A veces ir contra corriente es sinónimo de éxito, y en casos como este el éxito de Pata Negra es el éxito del libro. Del LIBRO con mayúsculas, el que se disfruta con todos los sentidos a la vez.
Vocación de sorprender, de gustar. La primera impresión que tuve del libro fue la de la acuarela de Manolo Linares, en su parte central. Imposible no sentir la emoción de ese paisaje típicamente del norte, del Camino, colorido y amalgama de sentimientos, un regalo para el caminante y para el que, desde el libro anhela recorrer el camino. La obra artística de todo el libro impresiona y llena de sensaciones al lector, al que también se le invita a participar escribiendo o dibujando en las páginas en blanco del libro. Es por ello que estamos ante un cuaderno de viaje especial y espectacular al igual que la travesía que dentro de plantea.
Altura literaria. El andarín va en volandas de los distintos autores que participamos en el cuaderno. De Uvieu a Grau le lleva Aurelio González Ovies (silencios y rumores), de Grau a Salas Gustavo Adolfo Fernández (lo importante es el camino), de Salas a Tineo, escrito por mi adentrándome en el alma del peregrino, de Tinéu a la Puela, por Miguel Rojo (alma y pies), Lauren García (el peregrino lleva la felicidad en su mochila) se encarga del camino de la Puela a la Mesa. De la Mesa a Grandas escribe María Esther García, que también traduce al asturiano los textos que estaban originariamente escritos en castellano y corrige todo el libro. En su texto hay aromas y quejidos. Memoria bajo el agua y una historia que no conocía sobre Salime y el Río Navia. Un texto delicioso. De Grandas de Salime a Fonsagrada escribe Roberto González-Quevedo (camina despacio y disfruta de todo lo que te rodea). Ya en Galicia de Fonsagrada a O Cádavo se encarga el autor gallego Toño Núñez (la naturaleza nos inyecta fuerza por vena), de O Cádavo a Lugo también Toño (el peregrino tiene el cuerpo cansado, pero no el alma), de Lugo a Melide, por Fernando García Pernas (el camino es un regalo) y finalmente de Melide a Compostela, por Xosé de Cea (nada de lo que os pueda contar iguala a lo que vais a sentir al final del Camino).
El Cuaderno de Viaje puede ser un buen compañero para esta travesía dura en la que encontraremos escollos que deberemos ir sorteando. No me refiero solo a los físicos, sino también a los mentales. El caminante viaja para abrazar al Santo y para encontrarse. Para ello también está este Cuaderno, sabedor de que en gran parte del Camino nosotros seremos nuestros únicos interlocutores. Por ello se agradecen las páginas en blanco, dispuestas a funcionar como diario de viaje, como lugar para plasmar nuestros sentimientos y emociones, que sin duda serán muchas.
Si bien es tradición peregrina quemar todas las pertenencias del viaje al llegar al destino creemos que este Cuaderno ha de perdurar como recuerdo a buen recaudo en la biblioteca de su poseedor como si de una pequeña joya se tratase, una joya a la que, sin duda, volverá de vez en cuando a disfrutar de esa magia que solo conocen quienes se hayan regocijado poco a poco, paso a paso, de ese inolvidable viaje.