Reseña de El Rey de las Dos Sicilias, de Andrzej Kusniewicz. Por Ángel García Prieto (31/07/2009).

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Andrzej Kusniewicz

El rey de las Dos Sicilias (Król Owojga Sycylii)

Anagrama. Barcelona, 2009. 307 págs. 17 euros

Traducción de Bozena Zaboklicka

 

Andrzej Kusniewicz (Kolo, 1904 – Varsovia, 1993) era un escritor de lengua polaca, nacido en Galitzia cuando aquella región – ahora ucraniana – formaba parte del Imperio Austro-Húngaro. Aristócrata con estudios universitarios de derecho, arte y ciencias políticas, formó parte de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial, fue confinado por los nazis en Mathausen y luego ocupó diversos puestos diplomáticos en Francia, tras el final de la contienda. En 1950 regresa a Polonia, donde escribió poesía y narrativa; sus dos novelas más importantes, galardonadas con el Premio Nacional de Literatura de Polonia, son Lecciones de lengua muerta – también publicada en España por Ed. Anagrama – y ésta, que también obtuvo el Premio Louis Séguier 1978 para novela extranjera. La primera edición en español es de 1983, aunque ahora vuelve a publicarse en la nueva colección Otra Vuelta de Tuerca. Su obra se parangona con la de Roth o Musil, en cuanto a su temática en torno al final del Imperio Austro-Húngaro y al hundimiento moral de su sociedad.  

El rey de las Dos Sicilias es el nombre de un regimiento de caballería austriaca, originariamente constituido por ulanos sicilianos, movilizado a un territorio fronterizo con Servia en las fechas posteriores al asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando, que había de desencadenar la Primero Guerra Mundial. Su protagonista Emil R., es un joven oficial de dicha unidad; hijo de una familia burguesa de Viena, está neurotizado por una morbosa infancia al lado de su sádica hermana mayor y lleno de complejos por el fracasado intento de compensar sus escrúpulos y obsesiones con la creación poética. En la movilización del regimiento, Emil R. y el grupo de compañeros de armas se cruza con el extraño asesinato de una jovencita prostituta gitana, en la ciudad en que está acuartelada la unidad militar y donde el prefecto de la policía local investiga a los oficiales.

Es una novela de estilo poco común, en el que sin llegar a esos experimentalismos difíciles o imposibles de entender, el autor mezcla diverss elementos literarios, como los tiempos verbales, entre el presente y el futuro que parece estar condicionando; el narrador y los tiempos de la narración; el mundo subjetivo y las percepciones de los personajes con los detalles inmediatos o lo acontecimientos históricos evocados; en un bullicio barroco de descripciones sensoriales con un fondo de tensión trágico. Es, sin duda, un fresco que convoca un sinfín de elementos de la realidad a concatenarse en la sinfonía literaria del hundimiento de una persona, como analogía de la hecatombe de un imperio, de una sociedad y de una guerra mundial.

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