El pasado viernes, 26 de junio, se inauguraron las actividades de verano en el Anfiteatro Minero de la Mina de Arnáu, con un recital poético-musical a cargo de una decena de escritores de la Asociación de Escritores de Asturias que me honra presidir, y músicos del Conservatorio Julián Orbón de Avilés. En esta ocasión participaron un trío de saxofonistas: Aarón Romo Menéndez, Diego Rodríguez Fuertes, Nicolás Macías Leyva, dirigidos por el profesor Javier Rubio.
Me apropio de unos versos de Luis Cernuda:
"Si he perdido la vida, el tiempo,
Todo lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra".
Una tarde especial. La mar estaba bella y la marea alta. Los escritores llegamos a Arnáu con un cargamento de palabras, y con mucha ilusión. Nuestros versos se empaparon de salitre y pudimos sentir muy de cerca el burbús de las olas. Las paredes de La Mina se llenaron de sones y de versos para homenajear a los mineros que ya perdieron la vida y la voz, como dice Luis Cernuda, pero que siguen vivos en nuestra memoria. La palabra y la música fueron protagonistas en La Mina de Arnáu en memoria de aquellos hombres que escucharon los bramidos del mar en el filón de la mina y de tantos y tantos mineros que a lo largo de la historia se dedicaron a tan duro labor de picar en las entrañas de la tierra.
Nunca recitamos en un lugar tan singular. En estas galerías algo misterioso recorre nuestra sangre. Quizás porque somos capaces de ponernos en el lugar de aquellos mineros que recorrieron las galerías y que dejaron su impronta en las paredes de La Mina. En este espacio se experimentan distintas sensaciones que despiertan en nosotros sentimientos de tristeza, melancolía, miedo, amor?
Los poemas y relatos que se recitaron en Arnáu forman parte de un proyecto más ambicioso. Recoger los textos que se están elaborando en una antología dedicada a la mina, un proyecto de la Asociación de Escritores de Asturias canalizado a través del Ayuntamiento de Castrillón y subvencionado por la empresa Asturiana de Zinc, vinculada a este concejo y también a la minería. La Asturiana de Zinc se mostró sensible a esta propuesta de la Asociación de Escritores de Asturias interesados en escribir textos literarios sobre la mina que expresen el sentir y la visión de los escritores asturianos sobre lo que fue y es la minería en nuestra región.
En Arnáu se disfrutó de la palabra y de la música. Hermosas piezas interpretadas por los saxofonistas del Conservatorio de Avilés y la música del agua que se escucha en La Mina, fue fondo musical a nuestras lecturas.
No faltó al final un brindis en la playa con sidra, gentileza de sidrerías Premium. Se brindó por todos, por los mineros que pasaron a otra dimensión, que son memoria. Pero también se brindó por los mineros que hoy en Asturias están sufriendo recortes y calamidades. Para ellos fueron también dedicadas nuestras palabras, nuestros versos.